Capítulo 7

El Mundo Del Espectáculo


¿Puedo hablar de la televisión cristiana? Creo que debo hacerlo. Veamos lo que ha pasado con las cadenas de televisión cristiana. Hace unos años estaba Jim Bakker, en PTL [Praise the Lord]. Ahora están el Club 700 con Pat Robertson, y en la costa oeste de los Estados Unidos, los más conocidos son Paul y Jan Crouch con su TBN [Trinity Broadcasting Network] Todos ellos tienen algo en común. En sus programas presentan a sacerdotes y monjas.

He visto los programas de Paul y Jan en el canal 40 de Los Angeles, y a veces siento una profunda tristeza al ver a todos esos sacerdotes y monjas. Una vez escuché que Paul y Jan decían: “No entiendo nada de la misa, pero es muy interesante”. Dios nos advirtió que, como cristianos, no debemos tener relación alguna con las obras de las tinieblas.

En su cadena de televisión patrocinan a un sacerdote. Su nombre es Manning. Con una expresión que inspira lástima, él se dirige a los protestantes y les pide dinero para patrocinar a misioneros católicos. Al enviar dinero a TBN para este sacerdote, los cristianos están privando de apoyo a sus propios pastores e iglesias. Y las abuelitas que le envían sus ofrendas de amor, sólo están enriqueciendo más al Vaticano. Llegará el momento en que tendrán que dar cuenta por muchas cosas.

Lo que vemos ahora es espectáculo cristiano. Hay un grupo de nuevas estrellas que entonan cancioncitas animadas e himnos alegres, tocan tambores, usan lentejuelas y nos dicen lo bueno que es Jesús. Durante horas y horas podemos ver a una variedad de predicadores y cantantes. Así, ¿quién desea leer la Biblia cuando se puede ver televisión cristiana? Para muchos, la televisión parece haber reemplazado a la Palabra de Dios. Han fijado sus ojos en personas, en vez de recurrir a la Biblia para encontrar respuestas y estudiar la historia para entender lo que está pasando.

Algunas personas sintonizan los canales cristianos como si fueran un amuleto. Creen que por tener el televisor encendido en un programa santo, Dios los bendecirá. Tengo un amigo cuyo padre es católico romano. Este señor va a misa, golpea a su esposa, blasfema constantemente y toma bebidas alcohólicas, pero mira programas cristianos todas las noches. Su casa está llena de crucifijos e imágenes de santos y la virgen María. Sin embargo, toma hasta quedar totalmente borracho. El se sienta con su cigarro y sus tragos, con los pies sobre una silla, y mira a Paul y Jan. Después de ver a católicos en esa cadena de televisión, él está convencido de que va camino al cielo. Cuando su yerno trata de hablarle de Cristo, este hombre le muestra a los sonrientes sacerdotes y monjas que presentan en las estaciones cristianas de televisión, y dice: “¿Ves? Todos somos cristianos”. Creo que la sangre de este hombre estará sobre las manos de esas personas. 

El Vaticano tiene un satélite y el papa puede hablar a la vez a todos los católicos romanos sobre la faz de la tierra. Si uno trata de mantener “buenas relaciones” con el Vaticano, sale perdiendo. Creo que en el futuro veremos que nuestros héroes de la televisión cristiana, juntamente con sus ministerios gigantes, serán desplazados uno por uno. Todos los grandes caerán por una u otra razón. Y el último héroe que se mantendrá con vida será Su Santidad en el Vaticano, y el mundo lo amará. 

En 2 Corintios 6:14-15, la Biblia dice: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?” Y los versículos 17-18 continúan diciendo: “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”.

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Prepárate América, ya viene la TV Católica Nacional

Por Carlos A. Savitskas 

La idea de tener una cadena de televisión católica nacional ya no es sólo un sueño. Dentro de la iglesia se está formando rápidamente una vasta cadena de telecomunicaciones, y los planificadores en los Estados Unidos dicen que entre los meses de septiembre y enero, unas 75 diócesis importantes estarán usando el satélite de comunicaciones Westar por medio de una serie de estaciones terrestres.
No ha habido ningún problema con los planes técnicos, y en realidad éstos están muy avanzados. Las 75 estaciones terrestres diocesanas que se calculan, llamadas downlinks [canales que envían información desde el satélite], recibirán vía satélite la mayor parte de su material para transmisión, desde uno o dos puntos de distribución de programas, llamadas uplinks [canales que transmiten desde la tierra al satélite]. Uno de esos uplinks estará sin duda en Nueva York. Si se construye otro, estará en la costa oeste, posiblemente en San Francisco o Los Angeles. Los uplinks serán administrados por la Cadena Católica Nacional de Telecomunicaciones recientemente establecida. Y el satélite perteneciente a Western Union se arrendará, al principio, por cinco horas diarias, cinco días a la semana. 

Sin embargo, el próximo año se buscará tiempo adicional en el nuevo satélite de la RCA, y dentro de dos o tres años los planificadores esperan usar satélite las 24 horas del día. 

Desde el pasado mes de septiembre, la compañía de asesoría técnica, Satélite System Engineering (Ingeniería de Sistemas de Satélite) de Washington, D.C., ha estado trabajando en las especificaciones de diseño de las estaciones terrestres, tanto los downlinks como los uplinks. También han estado evaluando ofertas para la construcción del sistema. Hasta el momento, Microondas y material para programas de calidad, que el sistema busca ansiosamente. 

El éxito depende de la calidad de la programación. Si esta es buena, los costos se cubren solos. Por primera ves la iglesia estará compitiendo con estaciones de las cadenas para conseguir televidentes. Si la iglesia provee una buena alternativa con videos para el hogar, no habrá ningún problema. 

De acuerdo con el padre Michael J. Dempsey, sacerdote de Brooklyn que es director del proyecto del satélite; la magnitud del plan puede compararse fácilmente con la decisión que tomaron los obispos del siglo pasado, cuando acordaron desarrollar un sistema a fin de educar a los numerosos inmigrantes católicos después de la década de 1840, pero "sin conocer los problemas que presentaría. Sin embargo, lo hicieron con el fin de ser iglesia para este nuevo mundo de gente que repentinamente había aumentado a 10 millones en diez años". El sistema de satélite, en comparación, es el programa más aventurado y ciertamente el más costoso que hayan emprendido los obispos. 

Sin embargo, a diferencia del sistema escolar, el enorme costo del sistema se espera consigue ingresos tanto de televidentes protestantes como católicos, y es "un gran éxito económicamente". Su ingreso anual es aproximadamente de 300 a 500 millones de dólares. Para el padre Dempsey, esos ejemplos aseguran que el proyecto del satélite de comunicaciones no usará dinero de CCD ni de las escuelas o parroquias. De hecho, si hubiera alguna indicación de que podría amenazase al satélite. Estos pueden redistribuirse localmente para cubrir todos los sistemas de cable e instituciones del área. 

Después podría llegar a ser electrónico, a media que se consiga el capital y reciba ingresos para hacerlo. 

Sobre todo, dice el padre Dempsey, cada diócesis debe "participar activamente en el proceso de dar licencia a los sistemas locales de cable". Los sistemas de cable...