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Siguiendo a un Hombre

 

Para mí es maravilloso lo que Dios ha hecho en nuestros medios, pero alguien siempre está inquiriendo por que ellos no entienden. No que las preguntas sean incorrectas, si se preguntan con actitud apropiada, la Escritura dice que “por causa de sus preguntas y dudas, Jesús no hizo muchos milagros en Nazaret.” Porque cuando Jesús retornó a Nazaret, ellos comenzaron a decir, “¿Qué no le conocemos a él? ¿No fue él criado aquí y no conocemos a su padre? ¿No es éste el hijo del carpintero?”[1] Porque ellos miraron el lado carnal, viéndole sólo como un hombre, Él hizo pocas maravillas en sus medios.

 

Los espíritus son invisibles. Nosotros “no luchamos contra carne y sangre, sino contra principados y potestades,”[2] como dice la Escritura. Así es que hoy, sin una revelación espiritual de la obra de Dios a través de Su profeta, la gente preguntará por qué seguimos a un hombre. La mente carnal, la mente natural del hombre, es siempre enemistad contra Dios.[3]

Parecen ser cuatro las preguntas básicas que inquietan las mentes de la gente concerniente a William Branham. Estas son:  1) ¿Por qué siguen Uds. A un hombre?  2) ¿Por qué le dan tanta alabanza y gloria?  3) ¿Por qué ponen ustedes tanta confianza en las cintas?4) ¿Qué acerca de las equivocaciones, los errores y las contradicciones que el Hermano Branham hace? Yo contestaré estas preguntas en el orden que aparecen.

 

Si alguien me pregunta, por qué sigo a este hombre, yo respondo con la pregunta: Si ellos hubieran vivido en los días de Jesucristo, en el tiempo cuando ninguno sabía quién era Él, ¿qué hubieran hecho ellos cuando Jesús pasó y dijo, “Sígueme”? Pero, Ud. argumenta, ése era Emanuel, el Hijo de Dios. Cierto, pero ¿cuánta gente lo supo cuando Él dijo esas palabras? Obviamente, había algo acerca de este hombre, algo magnético, que les provocó a seguirlo, aunque ellos no podían explicarlo. Pero le siguieron, y los discípulos fueron fuertemente criticados por seguir a un hombre. Porque Él fue un hombre en quien Dios moró.

 

En la Primera carta a los Corintios 11:1, Pablo dijo, “Sed seguidores de mí, así como yo soy de Cristo.” ¿Hubiera dicho algún Cristiano en ese día que era incorrecto seguir a Pablo? Difícilmente no, si ellos eran verdaderamente Cristianos y entendían quién era Pablo. Pero la misma clase de gente hoy, segura en su creencia de que era correcto para los discípulos seguir a Cristo (aunque ellos sólo le conocieron como a un hombre en ese tiempo), y que también era propio seguir a Pablo, de algún modo, por obscura lógica, dicen que es incorrecto seguir al Hermano Branham, seguirle a él como él siguió a Cristo. Con todo, estas gentes acosan a otros para que le sigan a ellos. Pero ellos seguirán a un evangelista, un predicador, o al Papa, tomando lo que un hombre dice y le siguen. Ellos rehúsan creer cualquier cosa que es contraria a lo que este hombre dice, mas sin embargo ellos se voltean y nos acusan de seguir incorrectamente al Hermano Branham.

 

Otros siguen a un grupo de hombres en una denominación, donde todo es relacionado y juzgado por lo que su denominación enseña. La Biblia dice en Mateo 24 que si ellos vienen a Ud. y dicen, “Mirad, aquí está el Cristo, mirad allí está, no lo creáis.” Considere esto, que Jesús estaba viendo esas cosas del fin como si ellas fueran el comienzo, diciendo que un grupo de hombres se reunirían detrás de puertas cerradas que inventarían credos y dogmas diciendo, “Aquí está Cristo. Aquí está lo que Ud. puede creer. Nosotros decimos esto: Ud. créalo, Ud. estará bien, Ud. irá al cielo.” Pero la Palabra se para en silenciosa advertencia: “No lo creáis.”[4] La Palabra de Dios enseña claramente, que esto no es de Dios, porque toda cosa que Dios ha hablado ha sido sólo por un hombre, no un grupo de hombres reunidos detrás de puertas cerradas. No solo esto, pero sin falla, un hombre fue preparado, especialmente, toda su vida, puesto en una posición donde él pudiera hablar, no por sí mismo, pero “Así dice el Señor.”

 

Algunos son tan lamentablemente engañados que ellos siguen sólo su propia y pobre revelación, la cual está llena de error, y no pueden seguir el mensaje del Hermano Branham. En la mayoría de los casos, sus revelaciones no sólo son sin fundamento, mas en contra de la misma Palabra de Dios. Por ejemplo, la Palabra dice, “El Señor nuestro Dios es un Dios.”[5] Ahora, ¿cómo puede haber una revelación de la así llamada trinidad, la cual ni siquiera se menciona en la Biblia, y ser de Dios? No es nada mas que una tradición de la iglesia Romana, así como Navidad es una tradición.

 

El Hermano Branham enseñó, por qué Navidad no puede ser el cumpleaños del Señor. Los pastores no están en el campo en Diciembre. Cristo nació en la primavera del año cuando los pastores estaban en el campo. ¿De dónde vino esta tradición? De la iglesia Romana. Fue solamente para traer a los paganos y a los Cristianos juntos, a un común acuerdo. El Hermano Branham explica esto en su sermón Cristianismo Contra Idolatría. Hay tanto paganismo mezclado entre el Cristianismo que la gente ya no sabe la diferencia, como han sido enseñados por mil novecientos años. Para hacer a los paganos aceptar a Jesucristo como el Hijo de Dios, ellos tuvieron que tener una fecha para su cumpleaños. Siendo que los paganos ya estaban celebrando el 25 de Diciembre, uno de los días más cortos del año, como el cumpleaños de su dios sol; ellos dijeron, “dios sol,” o “Hijo de Dios,” ¿qué diferencia hace?

 

La Pascua es otro ejemplo de las tradiciones de los hombres reemplazando la Palabra de Dios. El nombre fue derivado de una diosa Babilónica llamada Ishtar, de quien un legendario conejo mágico puso huevos de colores representando sexo y fertilidad. La idea pagana fue combinada con la celebración Cristiand de la resurrección de Cristo con el objeto de que los paganos la recibieran.

 

Los paganos adoraron los dioses del sol, la tierra, y la luna. El verdadero concepto de un Dios tuvo que ser hecho compatible con el concepto pagano, para que ellos revelaran un Dios trino de los títulos mencionados en la Palabra de Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Pero ellos nunca hicieron a los Judíos aceptarlo porque la Palabra dice que el “Señor nuestro Dios Jehová uno es.” Elohim, el eterno existente, sólo-suficiente manifestándose a sí mismo como Dios el Padre en la Columna de Fuego, Dios el Hijo en Cristo, y Dios el Espíritu Santo cuando él envió Su Espíritu con lenguas de fuego. El mismo Dios en tres oficios, el Señor nuestro Dios. Eso no es doctrina de Unidad, eso es la Biblia.

 

Algunos reclaman que hay una contradicción y dicen que ellos preferirían hacer lo que Jesús dijo a lo que Pedro dijo. Cuan necio, porque si ellos quitan Hechos 2:38 fuera de la Biblia, entonces debieran quitar también otras Escrituras que ellos no quieren creer. ¿Por qué la gente cree que está correcto y propio y en acuerdo con la enseñanza de Jesús el ser bautizado en el “nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo?” ¿Solo porque Jesús lo dijo? Además de eso Jesús dijo la remisión de pecados será predicada en Mi nombre, el nombre del Señor Jesucristo. ¿Cuál es el nombre bajo el cielo por el cual todo hombre debe ser salvo? El nombre del Señor Jesucristo. Padre no es un nombre, es un título. Yo soy padre de mis hijos, esposo para mi esposa, hijo para mis padres, pero yo soy una persona y mi nombre es Pearry Green. Mi nombre no es Padre, Esposo, e Hijo. Así es con el Salvador de este mundo. Y más importante, ¡así debe ser con la Novia! Ella debe tener el nombre de Él. Leemos en Apocalipsis que la primera cosa que ellos comenzaron a hacer en las iglesias fue negar Su nombre. Ellos adoptaron los títulos como nombres, porque la iglesia Romana requería tres dioses para cuadrar con la creencia pagana. Pero conforme William Branham trajo esto, enseñándoles en las Escrituras, ellos lo negaron, diciendo, “Nuestra denominación no enseña eso.” Ellos prefirieron confiar en dogmas denominacionales, sueños privados, y revelaciones, o enseñanzas de otros hombres que en la vindicada Palabra de Dios traída a través de Su profeta, y escrita en la Biblia.

 

Pero si Ud. me pregunta si yo estoy siguiendo a un hombre, mi respuesta es sí, al traer él la Palabra de Dios, el “Así dice el Señor.”

 

Ellos preguntan que si no estoy glorificando demasiado al Hermano Branham. No, no digo lo suficiente. Ve usted, no estoy glorificando la carne del Hermano Branham, yo estoy glorificando a Dios en él. Pablo, en Gálatas 1:24, habla de cómo cuando la gente vio todas las cosas que Dios hizo a través de él, “Ellos glorificaban a Dios en mí.” ¿Qué significa glorificar a Dios? La palabra gloria significa gran honor, alabanza, o distinción para alguien que ha hecho algo importante o digno. Ahora, sin disculpa, yo le digo a Ud., que lo que Dios hizo a través del Hermano Branham fue una de las cosas más importantes y más valiosas que me ha sucedido. Quitó la ceguera de mis ojos (las tradiciones de hombres) y se reveló a sí mismo a mí para que yo pudiera ver y contemplar la maravillosa visión de Dios ante mis ojos.

Glorificar significa hacerlo glorioso, dar gloria, exaltar, y honrar, hacer cosas mejores, más finas, más importantes de lo que pueda actualmente ser el caso. Yo se que la Biblia dice en la Primera carta a los Corintios 10:31 que “lo que hagáis, hacedlo todo para la gloria de Dios,” y en la Primera carta a los Corintios 1:31, “El que se gloría, gloríese en el Señor.” Pero yo quiero que Ud. sepa que para mí, Dios es Su Palabra. “En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios, y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.”[6] Juan vio a Dios en tres diferentes maneras conforme su revelación se profundizó, primero como un Hombre, enseguida como la Palabra, y luego como Luz.

 

Algunos dicen que exageramos demasiado de lo que ha sucedido. ¡No si es de Dios! Ud. quizás sobre-exalte a la humanidad, pero Ud. nunca puede sobre-exaltar a Dios. Simplemente no hay manera que el hombre pueda sobre-exaltar a Dios. Si Dios dijo una cosa, luego la manifiesta trayéndola a suceder yo no tendré temor en glorificarle. Si vino a través de un hombre llamado William Branham, yo glorificaré a Dios en él. Yo no me disculparé por ello, sólo estaré contento de que lo puedo ver y lo sentiré de que otros no puedan.

 

A veces me pregunto, por qué fue que Dios me dejó ver, pero con todo sucedió de esa manera, porque estaba predestinado. Miré los días de Israel cuando Moisés vino a la escena. Muchos Israelitas eran mejor conocidos que Moisés, pero Dios escogió a Moisés para ser ese hombre. Nadie se molesta hoy cuando el nombre de Moisés es glorificado; ellos saben que no fue Moisés que lo hizo, pero Dios en Moisés. Aún hoy los hijos de Israel todavía aman el nombre de Moisés, El dijo que enviaría uno en el espíritu de Elías que corregiría y restauraría todas las cosas que se desviaron en error; Dios le envió en la apersona de William Branham, y yo glorifico a Dios en él.

 

Ellos dudan de nuestra confianza en las cintas. La gente viene al Tabernáculo Tucson, se acomodan en las bancas, y se preparan a oír un sermón. A menudo, yo pongo la grabadora arriba sobre el púlpito; la gente usualmente tiene un libro de palabra hablada del sermón en sus manos, y el Hermano Branham predica en la cinta. Algunos no les agrada, porque dicen que el hombre está muerto; ya se ha ido. Bien, también Pablo está muerto, también él se ha ido, pero él trajo, y todavía trae, la Palabra de Dios. Para algunos esta declaración quizás sea alarmante. Yo puedo oír la pregunta, “Espere un minuto, ¿está Ud. diciendo que estas cintas son la Palabra de Dios? ¿La Biblia? ¿Por qué es llamada Biblia? ¿Por qué es llamada Escritura? Porque originalmente fue escrita a mano. Eso es todo. Pero hoy la palabra Escritura se ha hecho sinónimo con la palabra Biblia. Cuando reconocemos un relato como Escritural, estamos diciendo que está en acuerdo con la Palabra de Dios. La palabra Biblia viene del Griego bíblica que significa colección de escritos. Bíblion significa libro pequeño. Biblos significa un papiro, o pergamino. Pero el libro separado de Cristianismo que llamamos la Biblia es una colección de ambos el Antiguo y Nuevo Testamento. Los Católicos Romanos tienen su propio nombre para su libro el cual incluye otros libros y ellos le llaman Escritura. Los Judíos reconocen el Antiguo Testamento como Escritura, la Tora. Los Musulmanes reconocen el Corán. Los Mormones tienen su propio libro. Pero todos ellos le llaman Escritura. Es la Biblia de ellos.

 

Cuán sorprendente es que la gente demandará saber de qué libro el Hermano Branham sacó alguna cosa. (Como si estando escrito en un libro hiciera una cosa infalible.) ¿Cómo supo él que esto y lo otro aconteció? ¡Yo he leído mucho en libros que no fue cierto! Ahora, los Judíos tienen la ley, escrita por Moisés, los primeros cinco libros de la Biblia, y en respuesta para los que quieren saber dónde el Hermano Branham tomó ciertas cosas, yo les pregunto, ¿cómo supo Moisés que Dios creó el mundo en seis días? Él no estaba allí. ¿De dónde vinieron las cosas que Moisés puso en sus libros? Dios se las reveló, eso es todo. ¿Por qué? Simplemente porque él era profeta.

 

Sucedió de la misma manera en nuestro día. Ellos dicen, “Ya todo está ya en la Biblia.” Eso es exactamente correcto, pero nosotros no entendemos todo lo que está en el Libro. Hubo misterios hablados en Daniel, por ejemplo, que la gente no reconoció; él dijo que sería revelado en el tiempo del fin. Juan el Revelador vio cosas en su visión que él ni siquiera pudo escribir; pero él dijo que sería revelado en el tiempo del fin. ¿Cómo entonces revela Dios algo? Enviando Su Palabra a través de un profeta. Así ha sido siempre. Moisés escribió una historia desde el principio por revelación. Job registra una experiencia personal. David escribió salmos. Los diversos profetas escribieron de los acontecimientos y experiencias de su día, sus visiones. Todo esto es llamado Escritura, la Palabra de Dios. ¿Hubieran ellos sido capaces de aceptarlo mejor allá en los días de, por decir, Jeremías? O, ¿lo hubieran ellos puesto a prueba por algunos años? Mateo, Marcos, Lucas, y Juan todos escribieron lo que ellos vieron y oyeron. En Colosenses 4:16, Pablo dice de su propio puño y letra, “Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros.” Si la misma actitud que debate las cintas de los sermones del Hermano Branham como la Palabra de Dios hubiera prevalecido en el día de Pablo, ellos se hubieran preguntado quién pretende ser Pablo. Sugiriendo que ellos leen la epístola completa en su iglesia. “¡Cuan absurdo! Nosotros tenemos nuestro propio pastor,” hubieran dicho ellos; “él puede traernos un mensaje.”

 

Así que cuando ellos preguntan, por qué ponemos cintas en nuestros servicios, yo simplemente les digo que ellos necesitan una revelación de quién era éste y lo que él dijo. Otra vez en la Primera carta a los Tesalonicenses 5:27, Pablo dijo, “Os conjuro por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos.” ¿Por qué? Porque esto era “¡Así dice el Señor!”. Tenga en mente que es más fácil para nosotros acordar con esto ahora, pero allá en los días cuando fue escrito y recibido, era sólo una carta, escrita por un hombre a una iglesia. Así mismo aunque las cintas son vistas como nada mas que un sermón predicado por un hombre a una congregación, aún es la Palabra de Dios para esta generación. Es “Así dice el Señor.” Después de todo, Pablo escribió dos tercios del Nuevo Testamento; pero esto es lo suficientemente apropiado cuando entendemos que él fue el primer mensajero. Él fue el mensajero a la iglesia de la edad de Efeso. Los escritos de Pablo fueron usados para establecer asuntos importantes. Suponiendo que un diácono iba a ser seleccionado, ¿cuáles debieran ser sus requisitos? La respuesta pudiera ser encontrada en la Primera carta de Pablo a Timoteo, el capítulo 3. “Los diáconos sean maridos de una sola mujer…” Si un diácono propuesto no pudiera llenar los requisitos asentados a través de Pablo, la autoridad, él no podría ser aceptado. Eso era definitivo.

 

Así es con nosotros hoy quienes seguimos a este mensajero de Dios para esta edad, vindicado como lo fue Pablo. Si una pregunta surge, yo puedo decir, “Vayamos a las cintas por una respuesta.”

 

Escrituras, escritos, juntos forman la Biblia. Juan el Revelador tuvo tan fantásticas visiones en la Isla de Patmos, registradas en la Biblia, que si lo mismo hubiera venido hoy, los grandes teólogos y cabezas denominacionales hubieran rehusado totalmente aceptarlo, y  ellos hubieran perdido completamente la más maravillosa revelación de todo. Jesús dijo que la Escritura no puede ser quebrantada, y Él la llamó la Palabra de Dios. Una vez él dijo, “Escudriñad las Escrituras (el Antiguo Testamento así escrito en ese entonces) porque en ellas os parece que tenéis vida eterna.”[7] ¿Pero de dónde vienen esas Escrituras? En la Segunda carta a Timoteo 3:16, la Palabra dice, “Toda Escritura es inspirada[8] por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.” En Segunda de Pedro 1:20, leemos, “…Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

 

Hoy en día la gente habla que no son movidos por el Espíritu Santo para hablar. Y hay muchos quienes dicen que creen el mensaje del Hermano Branham, pero todo lo que ellos han probado es que pueden escuchar las cintas y que pueden leer. Si ellos realmente creen, pusieran en práctica lo que oyen. Ellos rehúsan oír a predicadores quienes predican el mensaje cuando el profeta encargó a los ministros predicar y les ordenó que lo hicieran. Y la Palabra dice, “Fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios.”[9] Y otra vez, “¿Y cómo oirán ellos sin un predicador? ¿Y cómo predicarán ellos, excepto que sean enviados?”[10]  Cuando dicen no hay necesidad de predicadores ellos no han oído al profeta correctamente. Por ejemplo, algunas personas, oyendo al profeta decir que la educación es del diablo, inmediatamente sacan a sus hijos de la escuela. Pero él no dijo que hicieran eso, ni tampoco lo hizo con sus propios hijos.

 

Amos 3:7 dice, “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.” Esta entonces es la manera de Dios de hacer conocer sus secretos a través de Sus profetas. Si fuera de otra manera, entonces la Escritura sería quebrantada y Jesús dijo que la Escritura no podía ser quebrantada. Es por eso que yo digo que las cintas son nuestras epístolas para este día: ellas contienen nuestras instrucciones, autoridad, referencia, y guía oficial, habladas no por la voluntad de un hombre, mas por un hombre santo bajo la unción del Espíritu Santo. Estas cintas son registros de visiones y experiencias que traen “Así dice el Señor” a la Novia. Él dijo que deberíamos oír las cintas. Él dijo que ellas eran el mensaje. Con todo la pregunta surge, cómo un hombre pudiera ser tan presumido como para creer que lo que él dijo era la Palabra de Dios. La respuesta es, la misma manera que Pablo estaba seguro. Pablo, cuando a bordo del barco volteó hacia el capitán y dijo, “Que ninguno abandone la nave, porque el Ángel del Señor estuvo conmigo y me dijo que todos seremos salvados pero perderemos la nave.”[11] Eso era contra del juicio natural, pero Pablo tenía “Así dice el Señor.” Y él se quedó con ello, arriesgó de su propia vida. Ellos querían matar a los prisioneros para que ninguno escapara y Pablo se los prohibió, sabiendo que ellos quebrantarían la Palabra de Dios si lo hubieran hecho.

 

Si, Pablo fue presuntuoso, mas estaba bien. Ante el Rey Agripa, Pablo fue tan petulante, tan enteramente convencido que lo que él tenía era correcto, que él dijo, “Quisiera Dios, que no solo tú, sino también todos los que hoy me oyen, fuesen hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas.”[12] Esto no era justicia propia tampoco; él sólo sabía que él estaba correcto. Esta convicción es lo que le trajo a Jerusalén y parado pudo decir, “Seguirme, así como yo sigo a Cristo.”[13] Él sabía que otros vendrían con revelación también, así que él escribió en Gálatas 1:8, “Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.” Así él puso una salvaguarda aún en contra de él mismo para no cambiar lo que él había dicho. Ese hombre sabía de lo que estaba hablando. Él sabía que servía a un Dios incambiable y que Dios le había dado Sus propias palabras.

 

El Hermano Branham me dijo una vez, “Hermano Pearry, si alguna vez te digo ‘Así dice el Señor,’ y no sucede exactamente como lo dije, ¡no vuelvas a escucharme otra vez!” y dijo, que hubiera sido él mismo, que se había metido en ello. Así que no era el Hermano Branham hablando, sino un hombre santo bajo la inspiración del Espíritu Santo, trayendo el mensaje de los misterios a la Novia.

 

Pablo, en la Primera carta a los Corintios 14:37, escribió, “Si alguno se cree profeta, (y esto de seguro cuadra hoy), o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.” Por eso cuando un hombre viene a mí hoy y dice que él es un profeta, yo aplico una simple prueba, solamente les pregunto si creen que el Hermano Branham fue un profeta con el espíritu de Elías y, después que yo se que él tiene suficiente historial para entender esto, si él rehúsa y se va, entonces yo se que él no es lo que reclama ser. Él quizás diga que es, pero un profeta (real) no niega la Palabra por causa de celos. Yo pienso del abuelo Marconda, cómo Dios lo usó a él y a su esposa a través de la nación entre los Italianos, pero cuando oyó este mensaje, él dijo, “Ese es el profeta.” Él tuvo sus seguidores, pero él le preguntó a cada uno cuando tuvo la oportunidad, “¿Ha Ud. oído al profeta de Dios?” Sin celos. Si dicen, “Dios habla a través de mí,” entonces ellos no debieran estar celosos si Dios también habla a través de alguien más.

 

Es importante quedarse con la Palabra como fue expuesta por el mensajero. Yo les oigo decir, “Pero Branham cometió errores.” (En primer lugar, el profeta dijo, “Si Ud. me ama, Ud. me llamará Hermano Branham.”) Ellos dicen que hay contradicciones, pero yo digo que yo no encuentro ninguna. Me pregunto si ellos se refieren a aparentes contradicciones como aparece en la Palabra. Por ejemplo, Mateo 28:19 dice, “Padre, Hijo, y Espíritu Santo,” pero, Hechos 2:38 dice, “Jesucristo.” ¿Es ésta una contradicción? No, es una falta de revelación. No hay contradicción en la Biblia, sólo una falta de revelación individual. La gente toma los versos que dicen, “No os afanéis por el día de mañana, qué habéis de comer,… considera los lirios del campo,… y os digo que ni aún Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos,”[14] y ellos se convierten en holgazanes. Pero que también lean donde dice, “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y se sabio;”[15] el lado de balance. Proverbios 26:4 Y 5 contiene un clásico ejemplo de lo que parece ser una contradicción en la Palabra De Dios. Verso 4 dice: “Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú también como él.” Y verso 5: “Responde al necio como merece su necedad, para que no se estime sabio en su propia opinión.” ¿Es una contradicción? No, es un asunto de revelación de la propia e impropia maneras de lidiar con la necedad del necio.

 

Así mismo, no hay contradicción en el mensaje del Hermano Branham. En ninguna parte. Hay personas, no obstante, que mal entienden lo que él dijo. Las Escrituras están balanceadas. El Mensaje está balanceado. Cuando yo por primera vez le dije al Hermano Branham, “Hermano, yo veo que tú eres el profeta con el espíritu de Elías sobre ti,” él contestó, “Hermano Pearry, guarda tu balance en las Escrituras.”

 

Para mí, el mensaje es autoridad espiritual; sin embargo tuve dificultad pensando en él como Escritura, porque no fue escrito en Escritura. Pero yo no tengo dificultad alguna en decir que es “Así dice el Señor.” Por eso yo digo que es la Palabra de Dios.

 

Algunos temen porque ellos saben que la Palabra advierte de quitar y añadir a la Biblia,, pero, ellos no necesitan temer, porque el mensaje del Hermano Branham no fue culpable de ninguno de éstos. Solamente se cumplió (como la Palabra misma dijo que sería en los últimos días). Ve usted. Está completo en la Biblia escrita, pero no está revelado. El mensaje reveló y “los que tienen ojos para ver pueden verlo.” También “los que tienen oídos para oír pueden oírlo.” Pero no todos los hombres lo verán y no todos los hombres lo oirán, porque ellos le darán una interpretación carnal a una revelación espiritual y, como resultado ellos no lo verán, no oirán lo que Dios hizo en esta generación.

Yo sigo a un hombre, el Hermano Branham, así como él siguió a Cristo, y yo glorifico a Dios en él, y yo digo que lo que él trajo para esta generación fue la Palabra de Dios para la Novia.


[1] Mateo 13:53-58

[2] Efesios 6:12

[3] Romanos 8:8; 1 Corintios 2:14

[4] Mateo 24:23

[5] Marcos 12:29

[6] Juan 1:1,14

[7] Juan 5:39

[8] Inspirar significa soplo, dándonos la idea de cuando un alumno sopla a otro un conocimiento por el cual responder a un problema. Entonces, inspirar es soplo o revelación.

[9] Romanos 10:17

[10] Romanos 10:14,15

[11] Hechos 27:13-44

[12] Hechos 26:29

[13] 1 Corintios 11:1

[14] Mateo 6:25-34

[15] Proverbios 6:6; 30:25


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