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Levantando a un Hombre

 

Yo no tengo deseo de “levantar” a Jesucristo. Tampoco tengo yo deseos de “levantar” al Hermano Branham. La razón por la que tal vez suene extraño es que la gente tiene una comprensión incorrecta del significado de esta frase. Es tomado de Juan 12:32, donde Jesús dice, “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mi mismo.” Pero la frase es citada fuera de contexto como, “Si fuere levantado, a todos atraeré a mi  mismo.” La porción “levantado de la tierra” es dejada fuera. Esta porción se refiere a la muerte de Jesús, pues el siguiente verso, Juan 12:33, dice, “Y decía esto dando a entender de qué muerte iba morir.” el pasaje se refiere a la crucifixión que venía. Es por eso que yo no tengo deseo de “levantar” a Jesucristo, para “crucificarle de nuevo,” como dice en el capítulo 6 de Hebreos.

 

Oponentes de este mensaje a menudo nos acusan, erróneamente, de “levantar” al Hermano Branham. Otra vez digo que no tengo deseo de “levantar” al Hermano Branham, pero yo deseo glorificar a Dios en él así como ellos glorificaron a Dios en Pablo.

 

El Hermano Branham ha sido calificado de todo, desde Dios hasta Satanás. Hay una tendencia, sin embargo, en la gente de “hacer a un hombre Dios.” Los Mahometanos, por ejemplo, declararon a Mahoma, un profeta Árabe que vivió en el período de 570 hasta 632 A.D., ser su salvador. Eso es, que ellos tomaron un hombre y lo hicieron su Mesías. Los cristianos, en otra forma, declaran que Jesús de Nazareth, nacido de la virgen María, es su Señor y Salvador, su Mesías, su Redentor, el Cordero de sacrificio, pero fue levantado de la tierra porque otros creyeron que Él se hizo Dios a sí mismo. A los discípulos se les prohibió llamarle Jesús, porque su nombre significaba Jehová, el Salvador[1]. Se les prohibió también llamarle Emmanuel que significa “Dios con nosotros.”[2] Verdaderamente, Jesucristo del Nuevo Testamento era Jehová Dios del antiguo Testamento. Sabemos que todo lo que estaba en Dios, Él lo vació en Cristo, y todo lo que estaba en Cristo, Él lo vació en Su iglesia.

 

Luego encontramos ejemplos en la Biblia donde hombres de Dios fueron confundidos con el Mesías. El primero es, de seguro, Juan el Bautista, que vino en el espíritu de Elías a preparar camino a Jesucristo, el cumplimiento de Malaquías 3. de él fue testificado por Cristo, quien dijo que éste era el Elías que iba a venir y volver los corazones de los padres a los hijos. La gente lo confundió a él por Cristo, porque ellos estaban buscando por la primera aparición del Señor.

 

Pablo, naufragando, luego mordido por una serpiente venenosa, fue catalogado por la gente como un diablo. Ellos pensaron que la serpiente seguramente era venganza de Dios, pues había escapado del naufragio. Mire cómo la actitud de ellos cambió, al menos, cuando no murió por la mordedura. Ellos cambiaron sus pensamientos y dijeron que él era un Dios. Ellos también “nos honraron con muchos honores.”[3] Como dijo Pablo, sin duda deseando adorarle por las obras maravillosas que hizo en sus medios.

 

Pedro, en la casa de Cornelio el centurión, se dio cuenta que estaba siendo adorado por el hombre[4], porque Pedro vino en cumplimiento de una visión dada a Cornelio. Pedro rehusó aceptar esta veneración del centurión, reservada sólo para Dios, y le aseguró a Cornelio que era un hombre como él.

 

En Apocalipsis 19:10, Juan relata, “Y yo me postré a sus pies (del ángel mensajero) para adorarle. Y me dijo: Mira no lo hagas: Yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús: adora a Dios: porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía.”

 

Pablo, predicando en Licaonia, de repente percibió que un hombre cojo tenía fe para sanar y “Dijo en voz alta, párate derecho sobre tus pies. Y él saltó y caminó.” La gente viendo esto inmediatamente proclamó “Los dioses han descendido a nosotros en forma de hombres.”[5] Ellos estuvieron a punto de ofrecer sacrificio, creyendo que Bernabé, que estaba con Pablo, era Júpiter, y Pablo era Mercurio. Los dos apóstoles, oyendo de esto, “rasgaron sus ropas y se lanzaron entre la multitud, dando voces diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo.” ¿Por qué hizo esto, esta pobre gente extraviada? Fue porque ellos vieron el poder de Dios manifestado en estos dos hombres, así que ellos trataron de hacer a los hombres dioses.

 

Ahora Jesús dice en Juan 10:34, “¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije: dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envío al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dices: Hijo de Dios soy?” Jesús se está refiriendo a la declaración de David en el Salmo 82:6, “Yo dije: vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del altísimo.” Y Jesús les recuerda que la Escritura no puede ser quebrantada. De modo que, es una declaración verdadera que aquellos a quienes viene, son dioses.

 

El Hermano Branham fue llamado Dios por algunos. En su mensaje Serpiente Herida o Quien Es William Branham, él llamó la atención a esta creencia de algunas gentes y no deja duda acerca de su sincera desaprobación. Él habla en esta cinta de cómo un hombre se le acercó mientras estaba en el Sur, diciendo, “Yo creo que tú eres el hijo de Dios.” Otra vez, en Canadá, un hombre se le presentó con una tarjeta que decía, “William Branham es mi Señor.” Él aún encontró gente en estas localidades bautizando en el nombre de William Marrion Branham. (Recuerde cómo Pablo dijo, “Doy gracias a Dios que yo no bauticé a ninguno de Uds. Sino a Crispo y Gayo; para que ningún hombre diga que yo bauticé en mi propio nombre.”[6]) Ahora Juan el Bautista, el precursor de la primera venida de Jesucristo, fue llamado Dios por algunos. Para que el tipo fuera correcto, fue necesario que algunos llamaran a William Branham, el precursor de la segunda venida, el Mesías también. Además, como mensajero de la séptima edad de la iglesia, él tendría que ser llamado Dios así como lo fue Pablo, el mensajero de la primera edad de la iglesia.

 

En su sermón Serpiente Herida el Hermano Branham habla de una visión de una serpiente a la cual golpeó e hirió. Su atención fue distraída en la visión y antes que pudiera golpear otra vez, la serpiente se había arrastrado dentro del agua. (El Hermano Branham siempre enseñó que agua representa gente.) La interpretación de la visión fue que la creencia de que él era el Hijo de Dios, el Mesías, persistiría entre la gente, aunque él atacó esta creencia con mucha fuerza. Pero dijo que nosotros no deberíamos de tener nada que ver con esto. Él lo llamó anticristo porque lo eleva a la posición de Cristo. Él dijo, como Juan el Bautista, “Yo debo menguar, él debe crecer.”[7] Él dijo que antes que el Todo en Todo[8] venga, habrá un profeta con el espíritu de Elías. Él no negó ser ése, pero dio la advertencia en una de sus cintas Preguntas y respuestas, “Si Ud. me substituye por Jesucristo y dice que yo soy el Señor Jesucristo, Ud. me hace anticristo.” Continuó, “Yo encararía a Dios como un desertor antes que encararlo como un anticristo.” Pero él usa una sencilla comparación para clarificar la situación cuando dijo, “Si el espíritu de Beethoven estuviera en mí, yo compondría música como Beethoven, por eso, si Uds. Están diciendo que Cristo mora en mí, yo oro que Uds. Estén cien por ciento correctos.”

 

En la página 328 del libro Una Exposición De Las Siete Edades De La Iglesia (en inglés), el Hermano Branham dice, “Me gustaría hacer una comparación más entre el Séptimo Mensajero, el precursor de la segunda venida del Señor, y Juan el Bautista. Este Mensajero a la Séptima Edad De La Iglesia tendrá tal poder y autoridad con Dios que habrá aquéllos que le confundirán por el Mesías, así como ellos lo hicieron en el día de Juan cuando vinieron y preguntaron si él era el Mesías y él respondió que él no era.” Pero el Hermano Branham nos exhorta a recordar que en los últimos días habrá un espíritu que engañará a algunos a creer que el Séptimo mensajero es el Mesías, pero no engañará al elegido, porque es imposible para el elegido ser engañado[9]. Él dice que él no es el Señor Jesucristo, ni el Mesías, pero él es su hermano, un siervo del Seor, un profeta de Dios y no necesita un lugar mayor de honor que Juan el Bautista. La cosa trágica es, explica él, que estas gentes no eran sus enemigos, sino amigos. Enemigos lo hubiera olvidado, dice él, pero éstos eran gente buena, sus hermanos, quienes le amaron y hubieran hecho cualquier cosa que él les pidiera, excepto una cosa, y eso es cuando les pidió que no continuaran en esta creencia contra la palabra y doctrina. Después que el Hermano Branham predicó Serpiente Herida, esta gente vino y se disculparon diciendo que ellos no lo mencionarían otra vez. Pero, y esto es lo más sorprendente, ellos continúan haciéndolo hoy.

 

Esta creencia de que el Hermano Branham era Dios es un poderoso, y esparcible espíritu el cual es responsable por mucha de la oposición a este mensaje. Yo he experimentado la influencia de este espíritu y se me han contado casos de otros ejemplos los cuales relataré aquí. Una familia quienes estaban fuertes en la creencia de que el Hermano Branham era Dios, estaban viajando a través del país y habían parado en un cierto cuarto de motel en una cierta ciudad. Nombraré a ésta la familia “X”. otra familia,, la cual nombraré “Y” llegaron a la ciudad y se hospedaron por coincidencia, en el mismo motel y en el mismo cuarto. La familia “Y” creía la verdad, que el Hermano Branham era el profeta de Dios. Durante la noche que la familia “Y” se quedó ene. Cuarto, ambos, el Hermano “Y” y su esposa fueron despertados varias veces durante la noche con algo que venían continuamente a ellos, como una revelación, la cual decía, “William Branham es Dios.” Ellos fueron grandemente perturbados en su espíritu acerca de esto y lo discutieron el uno con el otro al siguiente día. Estaban tan perturbados por esta experiencia que se lo contaron a algunos amigos al respecto, quienes, a cambio, relataron la historia al Hermano Branham, preguntándole qué era todo esto. Ahora el Hermano “Y” y su familia no supieron que la familia “X” se había quedado en el cuarto del motel antes que ellos. El Hermano Branham por el Espíritu, explicó el extraño acontecimiento. “Aquí está lo que sucedió,” dijo él, “El Hermano ‘X’ y su familia se quedaron en ese cuarto del motel la noche anterior y ellos tenían ese espíritu. Ese espíritu estaba todavía en ese cuarto y eso es lo que el Hermano ‘Y’ y su esposa oyeron.” Para mí, esto probó que era un espíritu.

 

Otra prueba que la creencia de la deidad es un espíritu: Yo recuerdo la primera visita del Hermano Branham al Tabernáculo Tucson el 21 de Noviembre de 1965. en conformidad con su petición que me hizo el día antes como por cinco minutos, el Hermano Branham procedió a explicar a la congregación que él me había pedido que viniera a Tucson, y que estaba a favor del tabernáculo, que él reclamó ser “su” iglesia. Él les dijo cómo el Señor le había enseñado el edificio antes de que fuera rentado. Siendo que iba a dar esta pequeña platica, aquellas gentes que creían que era Dios estaban allí, naturalmente, en gran número. Aunque yo deseaba que él predicara esa mañana, él insistió en su deseo de que yo predicara con el objeto de que yo tomara mi lugar como pastor de la iglesia. Él quería que yo fuera independiente, pero con su apoyo donde fuera necesario. Esa mañana, mientras tría mi sermón Dios, Cuan Grande, y consulté las Escrituras respecto la Palabra “más filosa que una espada de dos filos,” y un “discernidor de los pensamientos y las intenciones del corazón,” algo me habló mientras estaba allí parado en el púlpito y dijo, “Un discernidor de los pensamientos e intenciones del corazón, ,el Hermano Branham hace eso, allí está Dios.” Tres veces me repitió esto. Yo me resistí a mencionarlo. Inmediatamente después del servicio esa mañana, el Hermano Branham vino a un punto directamente frente al púlpito y me felicitó por el mensaje. El Hermano Roy Roberson vino y me felicitó por mi ordenación y estaba parado como testigo junto conmigo cuando el Hermano Branham me dijo estas palabras, “Hermano Pearry,” dijo él (directamente en frente del púlpito), “Recuerdas en el Salmo 22 cuando David dijo ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?’[10] ¿Quién era ése?”

“Ese fue Cristo en la cruz,” respondí yo prontamente. Entonces me vino a la mente. “Hermano Branham,” dije yo, “¡Tú captaste algo en mi espíritu!”

“Tres veces,” respondió él.

“Pero Hermano Branham,” dije yo, “David fue una boca, tú eres una boca de Dios.”

“Hermano Pearry, yo tengo que decir cosas en la primera persona, no soy yo, es Él.”

Otra vez le dije, “¡Hermano Branham, tú eres un profeta, tú eres una boca de Dios!”

Su respuesta final a este tema no dejó duda en cuanto a donde él se paraba lo registraré aquí con el objeto de que no haya ningún error. No hubo incertidumbre en su voz cuando me dijo, “Hermano Pearry, ¡nunca olvides que yo soy un Kentuckiano!”

 

Por causa de que creo que un profeta de Dios me habló esas palabras, yo no lo he olvidado. Yo creo que fue un profeta en quien Dios habitó, visitando esta generación, la voz de Dios para esta generación, Jesucristo el mismo hoy revelando al Hijo del Hombre así como Él fue revelado en el ministerio de Jesús, así como Él fue revelado en la tienda de Abraham exponiendo el secreto del corazón de Sara aunque estaba de espaldas.

 

Pero yo comencé a pensar acerca del por qué el Hermano Branham me dijo que recordara que él era de Kentucky. Me sorprendí sobre cada punto según me fue revelado, yole oí predicar sermones como El Rapto, donde habló acerca de su lenguaje. Mi atención se agudizó. ¿Había allí algo acerca de su lenguaje que debía de ser notado? Yo observé cómo aquéllos que creían que él era Dios torcerían sus palabras para probar el punto de ellos. Por ejemplo, después del discernimiento de los secretos del corazón en la línea de oración, oraba y la persona era sanada instantáneamente, luego se volteaba hacia la congregación y decía, “Ahora, Ud. sabe que ningún hombre puede hacer eso, solo Dios.” Para esto los extraviados agudizaron sus oídos y proclamaron que si Dios sólo podía hacerlo y el Hermano Branham lo había hecho, entonces eso lo hacía Dios. El Hermano Branham tuvo palabras para esto; él dijo que era una “interpretación carnal de una revelación espiritual.” Yo vi claramente lo que él quiso decir. Para mí él simplemente estaba diciendo, “Yo no lo hice. Ese es Dios haciéndolo.”

 

En mensajes como Dios Revelado Ante Nosotros, donde dijo que en Jesús, Dios habitó en un hombre, pero desde Pentecostés, Él ha habitado en hombre. Él usó el singular “hombre,” en lugar del plural “hombres.” después yo capté una cosa extraña cuando dijo que desde Pentecostés, Dios ha habitado en los reformadores. Luego cuando escuché el mensaje Tomando El Lado Con Jesús, que predicó a los hermanos de su iglesia, ,él hizo una declaración como ésta, “Ahora, esta noche, somos sólo un grupo de hombres.” Esto me hizo recordar de una vez cuando tres hermanos de nosotros estábamos juntos y el Hermano Branham nos llamó, “¡Uds. hombre vengan vayan conmigo!” En esto me pregunté, ¿Estaba él diciendo, “Hombres, vengan conmigo,” o estaba hablando a uno solamente? Más aún así, yo supe que él nos estaba hablando a los tres. Al comenzar a investigar este punto más detenidamente, buscando por claves en las cintas, finalmente reconocí que el Hermano Branham no usó la palabra “hombres.” Él siempre dijo “hombre.” Cerca del fin de su sermón Ungidos Del Tiempo Del Fin, hablando de dos hombres Janes y Jambres, claramente se refiere a ellos como hombre, no hombres. Aunque estaba enfatizando el punto de que no era un hombre, sino dos hombres, él todavía usó la forma singular. Yo llegué al punto crucial de la situación cuando noté que ellos habían nombrado mal el sermón Un Dios Llamado Hombre. En este mensaje, él declara muy claramente que el título es Dios Llama Al Hombre. El artículo “Un” había sido añadido al título. Ahora, si yo le escuché a él decir “un hombre,” yo supondría que él estaba hablando acerca de un hombre, que es exactamente lo que aquéllos que creían que él era Dios querían oír, un Dios a quien la gente llama “un hombre.” En el mensaje habla de David, José, Moisés, Juan, Pablo, Pedro; habla de hombres. Ahora está claro, él está usando la forma singular para un sujeto plural. Está hablando de hombres que Dios llamó. Ahora ésta no es interpretación de la Palabra, pero es evitar la ignorancia de la Palabra. (Pedro dijo, “Hay muchas cosas acerca de los escritos de nuestro amado hermano Pablo las cuales son difíciles de entender y habrá aquéllos que son ignorantes los cuales batallan con ellas como lo hacen con las otras Escrituras y traen sobre ellos la misma condenación.”[11])

 

Tomar el mensaje del Hermano Branham, y todavía continuar haciéndolo Jesucristo, cuando él advirtió que esto es anticristo, hace de la sangre de Jesucristo una cosa profana. Es un espíritu que prevalece entre algunos de aquéllos quienes siguen al Hermano Branham. Pero tiene que ser, para que se mantenga el tipo. Yo siempre recuerdo cómo me dijo que “guardara mi balance en las Escrituras.” Como resultado, siento que he sido responsable por el énfasis sobre balance en el mensaje. Existen pros y contras que uno debiera oír y entonces tomar la verdad hasta lo máximo. De otra manera, Ud. no hace mejor que el grupo de la Unidad, por ejemplo, quienes se cerraron en el bautismo ene. Nombre de Jesucristo; o, como la Iglesia de Cristo hizo con la organización; o los Bautistas con su seguridad eterna; o los Metodistas con su método episcopal de santificación. Ud. puede encerrarse con cualquiera de ellos. Es lo mismo con el orden de iglesia también; Ud. puede legalizarlo, sólo en letra, o Ud. puede tener el Espíritu. Pero si la letra lo habla, el “Espíritu da el crecimiento”, y entonces la verdad queda en el centro.

 

Comencé a notar que algunas de  estas personas con esta creencia antibíblica respecto al Hermano Branham aplican la Escritura donde Jesús dijo, “Ningún hombre me conoce excepto el que desciende del Padre,”[12] al mis Hermano Branham. Ellos dirían, “¿Cuántas veces oyó Ud. al Hermano Branham decir, ‘Yo descendí para predicar a Ustedes en esta mañana’?” El simple hecho es que el Hermano Branham vivía arriba sobre la loma de Utica Pike y para mí es obvio que estaba diciendo que descendió de allá de la casa pastoral, hacia la iglesia para predicarles. Pero por causa de que están tan fuera de balance, ellos necesitan tomar primero una cosa luego otra para probar la primera, buscando ciegamente en el reino de lo que ni aún es razonable con el objeto de probar el punto. Finalmente, la última degradación de su creencia es que ellos atribuyen a William Branham el origen de nacimiento virginal. Yo se esto,  porque ellos trataron de persuadirme, personalmente, con esta falsa doctrina. Cuando la abuelita Branham estaba viva, ,algunas de estas personas caminaron hacia ella en una tienda de comida un día y la llamaron “María.” Me la puedo imaginar ahora, aquella mujercita de cabello oscuro, su cabello recogido detrás de su cabeza, sus ojos brillando, y las puntas de sus oídos blancas con emoción, diciéndoles en términos indudables que ella no era virgen, que Charles Branham era el padre de su hijo mayor,, William.

 

El primer día que fui confrontado con esta doctrina de nacimiento inmaculado, yo sacudí mi cabeza en incredulidad de que las gentes que reclamaban amarlo tanto animaran tan falsa doctrina. Yo les dije que ciertamente no lo encontré en las Escrituras, y que el Hermano Branham dijo que todo en el mensaje tenía que estar en las Escrituras. Ellos respondieron preguntando que si no era cierto que el Hermano Branham enseñó que cada Escritura tiene un doble significado. Yo pregunté que si estaban refiriéndose a la profecía de Isaías concerniente a una concepción inmaculada refiriéndose al Hermano Branham igual como Jesucristo. Ellos respondieron que esto así era. Yo llamé su atención al hecho de que Jesús corrigió a María cuado Él dijo, “Me es necesario estar en los negocios de mi Padre.”[13] Les pregunté cómo entonces podía ser que el Hermano Branham llamó a Charles Branham su padre, y dio el muy humano ejemplo de cómo su padre cada Día de Año Nuevo proponía que ya no iba a mascar tabaco. Les dije cómo yo había oído al Hermano Branham referirse de él mismo como un cardo y un pecador salvo por la gracia de Dios. Entonces este hermano con quien yo estaba hablando trajo su argumento culminante, diciendo, “¿Pero, qué Ud. nunca lo escuchó decir que él tenía que estar en los negocios de su Padre?”

 

Si esto fue diseñado para persuadirme, falló, porque le contesté, “Si señor. Pero también me dijo que estuviera en los negocios de mi Padre, y yo se que P. O. Pearry es mi papá.” Proseguí, “Mire señor, la única razón que Jesucristo nació de virgen fue para sobrepasar la simiente de la serpiente para que así Él pudiera ser el perfecto sacrificio para morir por los pecados de la humanidad. El Hermano Branham dijo que Jesús murió por los pecados de Moisés. Él también dijo que Jesucristo murió por sus (del Hermano Branham) propios pecados.” Yo les presenté la infalible lógica de que si el Hermano Branham tuvo que nacer de virgen para que pudiera ser sin pecado y así también pudiera él morir por nuestros pecados, entonces Jesucristo fue colgado en el Calvario en vano. Esto en efecto es lo mismo como considerar la sangre de Jesucristo una cosa profana, no es otra cosa, mas que una doctrina anticristo. El Hermano Branham dijo que no tuviéramos nada que ver con tal cosa, porque para mantener su punto sobre eso, Ud. tiene que salirse de las escrituras. ¿Qué es anticristo? Es antipalabra.

 

“Mire señor,” le contesté, “olvidemos el asuntote su nacimiento, pues puedo ver que Ud. está persuadido de esto, ¿pero no sabe Ud. que él tiene hijos? ¿No sabe Ud. lo que eso significa?”

él encontró una manera para su respuesta a esto, diciendo, “Pero él pudo haberlos llamado a existencia.”

“Señor,” dije yo, “Ud. quizás se convenza a Ud. mismo de eso y quizás convencerá a otros de eso, pero hay una persona en este mundo la cual Ud. nunca convencerá y esa es la esposa de él, la Hermana Branham.” Él no pudo contradecir esto y yo simplemente me fui.

 

La razón por la que he traído esto es simplemente porque quiero que la gente sepa que no evito ninguna de las cuestiones. No niego que hay gentes quienes creen tales cosas respecto a William Branham. Pero quiero que Ud. sepa, y quiero que esto quede como registro, yo creo con todo mi corazón que el Hermano Branham no estuvo de acuerdo con ello. Cuando me pidió que viniera a Tucson, me dijo, “Hermano Pearry, esas gentes están equivocados pero non buenas gentes. La razón por la cual están equivocados es que ellos le han dado una interpretación carnal a una revelación espiritual por causa de que no han tenido un pastor.” Yo protesté, diciendo que él había sido pastor de ellos. Su respuesta fue directamente al punto, “Yo no soy un pastor; soy un profeta. Yo debo de irme a esas montañas y oír de Dios y salir con ‘Así dice el Señor,’ y regresar.”

 

Yo recibí una mayor percepción del problema conforme siguió hablando acerca de su relación con estas gentes. Me dijo cómo se mantienen tan cerca que ni aún podían estacionar su carro y subir por una visitación de Dios sin que un carro lleno de ellos estuviera allí esperándolo cuando descendiera, listos para preguntarle que sucedió. “Yo siendo como soy,” dijo, “Siempre se me salen las cosas. Yo no debiera hacerlo.” (Me hace llorar hoy al pensar en ello, igual como lo hice el día cuando por primera vez me lo dijo.)

 

Pero aquéllos que no creen que el Hermano Branham fue el profeta de Dios, no realizan el cumplimiento que es para otros, al llamarle a él Jesucristo. Un hombre lo dice así, “La mayoría de los predicadores predican a Jesucristo pero William Branham vivió a Jesucristo.” Oh que yo pueda vivir tal vida que los hombres tuvieran dificultad para distinguir entre Pearry Green  y Jesucristo. Que los hombres no me miraran a mí, sino miraran a Él.

 

No, algunos hombres no podrán notar la diferencia. Cuando yo oigo a alguien decir que él era Jesucristo, sólo confirma mi respeto a el Hermano Branham; por el hombre de Dios que era, algunos hombres no podían hacer la diferencia. Pero para aquéllos que usarán esto en contra del mensaje del Hermano Branham, y dicen que esto es incorrecto, les hago referencia a Éxodo 4:11, donde Dios responde a la oposición de Moisés de que Moisés no sería capaz de hacer lo que Dios le había mandado a hacer, con las palabras, “¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve, y al ciego? ¿No soy Yo Jehová?”[14] Este era Dios diciéndole a Moisés que Él lo había hecho lo que era. De la misma manera yo creo que Dios hizo al Hermano Branham lo que era, así como es con cualquier hombre que vale algo. Es porque Dios lo hizo.

 

Las palabras de Dios a Moisés concernientes al ministerio por venir de Moisés y su hermano Aarón están registradas en Éxodo 4:15-16: “Tú hablarás a él, (Aarón), y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios.” Aarón, ve usted, no tuvo un mensaje. Fue la palabra de Dios que vino a Moisés que, a su vez, le dijo a Aarón el cual fue y le dijo al pueblo. Aarón no fue un profeta de Dios, fue un profeta de Moisés. Moisés era el profeta, la boca de Dios. Por eso es que yo puedo decirlo por todo el mundo que yo no tengo un mensaje. Yo sólo doy testimonio de lo que vi y oí en la vida y el vocero de Dios, el Hermano Branham.

 

El Hermano Branham enseñó que el bautismo Cristiano es en el nombre del Señor Jesucristo, el que murió por mis pecados, los suyos, y los del Hermano Branham. Pero el Hermano Branham fue un hombre enviado de Dios, un hombre en quien Dios moró, un “hombre santo bajo la inspiración del Espíritu Santo” que habló la Palabra de Dios para esta generación. Así como Juan el Bautista fue más que un profeta, también nuestro Hermano Branham fue más que un profeta. Él fue el mensajero a la Séptima Edad de la Iglesia[15], una estrella en la mano de Jesucristo[16]. Él es uno de aquellos “siete ojos”[17] en Apocalipsis que sale para revelar a Jesucristo el Cordero de Dios, sacrificado desde la fundación del mundo[18], y es también un mensajero del Pacto que Dios ha hecho con Su pueblo, “Si yo me fuere, vendré otra vez, de la misma manera. Prepararos para recibir al Señor.”[19] Él fue también uno “a quien la palabra de Dios vino,”[20] y por lo tanto, de acuerdo a Juan 10:34, no es incorrecto referirse a él como los antiguos profetas fueron referidos, eso es, “dioses,” porque la “Escritura no puede ser quebrantada.”

 

Cuando Jesucristo caminó entre la gente en Galilea, hizo muchas señales, maravillas, y milagros, y habló Su doctrina, Su mensaje de la resurrección, el Camino, la Vida, la Verdad, trayendo esperanza, realidad, y vida a la gente. En gran temor, ellos proclamaron “Dios ha visitado esta generación en la vida de un profeta[21].” Así también yo puedo decir hoy que Dios visitó esta generación, pues Él envió un poderoso profeta: William Marrion Branham.

 


[1] Mateo 1:21; Lucas 1:31

[2] Mateo 1:23

[3] Hechos 28:10

[4] Hechos 10:25,26

[5] Hechos 14:8-23

[6] 1 Corintios 1:15

[7] Juan 3:30

[8] Colosenses 3:11

[9] Habrá otro movimiento que saldrá,, pero gloria a Dios, ellos no se organizarán, porque conocen la verdad. Aquel grupo será la Novia del último día. [Párr. 78, Pág. 235, Las Edades, edición 1998 en Español]

[10] Salmo 22:1

[11] 2 Pedro 3:15,16

[12] Juan 15:21; 16:3

[13] Lucas 2:49

[14] Éxodo 4:11

[15] Apocalipsis 3:14; 10:7

[16] Apocalipsis 1:16, 20

[17] Apocalipsis 5:6

[18] Apocalipsis 13:8

[19] Juan 14:3

[20] Juan 10:35

[21] Lucas 7:16


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